El viaje más al norte, confirmaba lo que nuestros ojos obsevaban continuamente en esta tierra. El cuidado de su arquitectura hasta en los pueblos más pequeños, sus imensos parques naturales mimados por la población.
Alma viajaba detrás, había olvidado su cámara e intentaba retener en su retina aquellas imágenes que la sorprendían, vacas tumbadas en los verdes prados y en la misma linea una vela de barco que se deslizaba en ese mar. Allí estaba, imágenes de ambos elementos en un mismo plano. Julia fotografiando incansable los hermosos cuadros de ese precioso museo en pleno parque . La noche en casa de René había sido muy reveladora, Julia y Alma, complices mentalmente hacían planes.
Anochecia de regreso a Bloemendal,la lluvia comenzaba a barrer el calor sofocante de ese día.
Gracias, Peko
Hace 6 meses
4 comentarios:
Existe en verdad un delicado cuidado del paisaje. El norte también existe.
Me encantan tus relatos.
Un beso.
El norte mágico......
Un beso.
El cálido norte. A mí también me ha gustado Maca.
Mil besos
Sara
Me encanta esta historia contada a dos manos. Un beso querida Maca
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